"The famous artist's home opens its doors daily to provide the best flavors and colors. A proposal that combines the most exclusive international restaurant with an art gallery that exhibits the paintings of Jorge Paez Vilaro. All in a unique and friendly atmosphere with great music and decorated with furniture and 18th century"

La Casa

Es una propiedad de unos 150 metros cubiertos, de gruesas paredes de piedra, con su patio central “entoldado” por una parra añeja, y mantiene una proporción espacial muy vivible, plena de revelaciones o sorpresas estéticas y visuales que le aumentan su gracia esencial y primitiva.
 




Como dijo Jorge Páez:
“La restauración la hice no bien la compré, en 1975, respetando los planos originales para dejar al descubierto su estructura primitiva de 1800 y enriqueciendo las partes de carpintería y rejas con puertas y elementos decorativos de su misma época, que traje del viejo Paraguay colonial, de Perú, Bolivia, y de remates en Uruguay."  

"Me vinculé al proyecto de Colonia del Sacramento, y trabajé por él, porque sentí la necesidad espiritual de salvataje de los bienes históricos que hacen a la identidad del país, y que son destruidos salvajemente y sin comentarios en una suerte de tragedia de irrespetuosidad y atropello diario, dejándonos al final sin identidad, en el vacío referencial total.”

Su apetito de coleccionista no pudo descuidar el continuo buscar de objetos, documentos, testimonios, que alimentaron lo que él llamó “mi propio paisaje intimo de afectos y goces estéticos” y que además dieron lugar a la creación del Museo del Azulejo en esta misma calle, y el Museo de Arte Americano de Maldonado.

“Mi idea es que la casa sea coherente con su historia y estilo, que no ofenda su calidad, austeridad y atmósfera con elementos ajenos a su genética.
Aquí en este entrañable lugar fundado por Manuel Lobo en 1680, el silencio, la armonía, el tono, el espacio, las sonoridades históricas, se agregan a un paisaje de conmovedora plasticidad, clausurado por atardeceres y noches estrelladas como no he visto en otro lugar."

Todo esto enriquece al pintor, y afina la sensibilidad tonal de su pintura.

Esta “casinha portuguesa”, refugio soñado donde conviven muebles misioneros, cuadros de temas históricos, tallas religiosas y antiguos elementos decorativos es hoy un espacio que abrimos para su homenaje, donde puede apreciarse parte de su obra pictórica, y tomar contacto con la historia de su vida.

En esta galería de arte, creada por su hijo, se pueden adquirir sus pinturas y dibujos, así como también las de otros artistas de América, como una forma de continuar con su actitud de permanente promoción del arte latinoamericano.